martes, 12 de marzo de 2013

Ricardo Fernandez Barrueco


 PASTOREO SOBRE PASTURAS CONSOCIADAS EN PRIMAVERA

La técnica consiste en encerrar al animal buscando como objetivo una recría sostenida. Hay que tener presente que en esta etapa no se busca maximizar la ganancia diaria, sino por el contrario generar en el animal la estructura necesaria para poder incorporarle más kilos en una segunda etapa, que sí será netamente de engorde.

Para clarificar el concepto, se debe ofrecer una dieta que genere ganancias de peso “óptimas”, las cuales no coinciden con las ganancias de peso “máximas”, que son las que permiten el máximo engorde y/o engrasamiento (terminación).

Si bien el manejo en este período de recría es similar a la etapa de engorde a corral, lo que cambia es el objetivo.

 En el corral de recría, el animal crece dentro del corral, y al crecer deposita proporcionalmente más músculo que grasa en su composición corporal. Por el contrario, en el corral de terminación el ternero debe engrasarse, lo que implica que la grasa pasa a ser el principal constituyente de la ganancia de peso.

 Por lo tanto, es necesario proporcionar al animal una dieta totalmente distinta a la requerida en la etapa de engorde. Es decir, una dieta que tenga entre un 15 y un 18% de proteína bruta (PB) y no más de 2,85 Mcal/kg de materia seca (MS) de energía metabolizable (EM), para lograr una ganancia no mayor a los 750 a 900 g/día.
Estas dietas deberán estar integradas por un alto porcentaje de fuentes proteicas (pellets de girasol, pellets de soja, afrechillo, gluten feed, malta, etc.), un alto porcentaje de fibra, sea a través de silaje de planta entera (maíz, sorgo, etc.) o heno (fardo o rollo). Con una baja participación de fuentes energéticas, por ejemplo, grano de maíz, sorgo, cebada, trigo o avena, etc.

Ricardo Fernandez Barrueco


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